lunes, 21 de septiembre de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 449.

                 Un grupo de misioneros recién llegados alquiló los servicios de un nativo para que los llevara en canoa por el río Congo.

                Al cabo de un rato empezó a escucharse el rítmico sonido del tam-tam. Un sonido que no dejaba de repetirse, a lo largo del viaje, a intervalos regulares.

               "¿Qué dicen los tambores?", preguntó bastante inquieto uno de los misioneros.

               El guía escuchó durante unos instantes y tradujo:
               "Tambores decir: -Tres hombres blancos. Muy ricos. Subir precios-".

              Saadi de Shiraj solía decir: "No ha habido nadie a quien yo haya enseñado a tirar con arco y que al final no me haya convertido en su blanco."

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