martes, 15 de septiembre de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 436.

             Un individuo subió a un tren en Nueva York y le dijo al revisor que se dirigía a Fordham. "El tren no se detiene en Fordham los sábados", le dijo el revisor, "pero le diré lo que podemos hacer. Cuando entre el tren en la estación de Fordham, reducirá la marcha; entonces yo le abriré la puerta y usted podrá saltar del tren. Pero, cuanto toque usted el suelo, tenga la precaución de correr unos cuantos metros en la misma dirección que el tren. De lo contrario, caerá usted de bruces."

            Al llegar a Fordham, se abrió la puerta, y el pasajero hizo lo que el revisor le había indicado.  Pero, al verle, otro revisor abrió otra puerta y le hizo subir al tren mientras este recobraba su velocidad. "¡Tiene usted suerte, amigo", le dijo el revisor, "el tren no se detiene en Fordham los sábados".

         A tu humilde manera,
        puedes servir a los demás...
        alejándolos de su camino.

        Existe el doble arte
        de hacer cosas;
        y existe también el noble arte
       de no hacerlas.

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