jueves, 23 de julio de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 387.

                 Un hombre apoyado en la barra del bar se volvió hacia un desconocido que se encontraba sentado junto a él y le dijo: "Francamente, no lo entiendo. Sólo me hace falta una copa, una sola copa, para emborracharme."

                "¿De veras? ¿Una sola copa?

                "Una sola, de veras. Y, por lo general, es la octava."
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