jueves, 9 de julio de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 374.

            Dos hombres de andar vacilante esperaban impacientes, a última hora de la noche, en la estación de autobuses, mucho después de que éstos hubieran dejado de circular.

           Debido a su intoxicación etílica, tardaron un par de horas en enterarse de que el último autobús había salido hacía ya mucho tiempo. Y al ver una serie de autobuses estacionados en el aparcamiento, decidieron "tomar prestado" uno de ellos para ir a casa.

           Pero, para su decepción, no pudieron encontrar el autobús que buscaban, "¿Será posible?", dijo uno de ellos. "¡Entre los cien autobuses no hay ni uno solo de la línea 36!"

           "¡No te preocupes!", le dijo el otro. "Nos llevamos un 22 hasta la última parada, y desde allí hacemos a pie los tres últimos kilómetros."

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