martes, 7 de julio de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 355.

                Un hombre y su mujer viajaron hasta el otro extremo del país para visitar a unos amigos, los cuales les llevaron a presenciar unas carreras de caballos. Fascinados por el espectáculo de los caballos persiguiéndose mutuamente alrededor de una pista, estuvieron toda la tarde apostando, hasta que no les quedó más que un par de dólares.

              Al día siguiente, el hombre convenció a su mujer para que le permitiera ir solo al hipódromo. En la primera carrera participaba un caballo cuya cotización era de cincuenta a uno. Apostó por él y ganó. En la siguiente carrera apostó por otro penco todo lo que había ganado, y volvió a ganar. Estuvo repitiendo la misma jugada toda la tarde y acabó ganando cincuenta y siete mil dólares.

           De regreso a casa, pasó por delante de un garito. Una voz interior, la misma que creía él que le había guiado en su elección de los caballos, pareció decirle: "Párate y entra ahí." De modo que se paró, entró y se vio frente a una ruleta. La voz dijo: "Número trece." El hombre puso sus cincuenta y siete mil dólares al número trece. Giró la ruleta, y el "croupier" anunció: "¡Número catorce!"

           El marido se encogió de hombros y dijo: "He perdido los dos dólares."

           Bien pensado,
           nunca perderás más que eso,
          independientemente de lo que puedas perder.
el tirachinas: Ilusiones ópticas 1

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