viernes, 12 de junio de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 330.

                      En una pequeña ciudad fronteriza había un anciano que llevaba cincuenta años viviendo en la misma casa.

                      Un buen día sorprendió a todo el mundo mudándose a la casa de al lado. Los periodistas locales cayeron sobre él ansiosos por saber las razones de la mudanza.

                     "Supongo que se debe al gitano que hay en mí", declaró con una sonrisa de satisfacción. 

                               ¿Han oído hablar del hombre que acompañó a Cristóbal Colón en su expedición al Nuevo Mundo y se pasó el viaje preocupado por la posibilidad de no regresar a tiempo para suceder al viejo sastre de su pueblo, y que otro pudiera birlarle el trabajo?

                   Para alcanzar el éxito en la aventura llamada "espiritualidad", hay que estar resuelto a sacarle todo el jugo a la vida. La mayoría de la gente se contenta con bagatelas como la riqueza, la fama, el bienestar y la compañía humana.

                 Un hombre estaba tan enamorado de la fama que estaba dispuesto a ahorcarse si ello le hacía salir en grandes titulares. ¿Hay realmente alguna diferencia entre él y la mayoría de la gente de negocios y de los políticos? (Por no hablar de todos los demás, que tanta importancia le damos a la opinión pública).

LA ORACIÓN DE LA RANA.: LA ORACIÓN DE LA RANA 455.

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