lunes, 13 de abril de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 306.

             Se celebraba el cumpleaños del párroco, y los niños habían acudido a felicitarle y a llevarle sus regalos.

             El párroco tomó el paquete, envuelto en papel de regalo, que le entregó la pequeña Mary y dijo: "¡Ah!, ya veo que me has traído un libro..." (El padre de Mary regentaba una librería en la ciudad).

             "Sí. ¿Cómo lo sabe?

              "¡El Padre lo sabe todo...!"

              "Y tú, Tommy, me has traído un jersey", dijo el párroco al recoger el paquete que le entregaba Tommy. (El padre de Tommy vendía artículos de lana). "Es verdad", dijo el niño. "¿Cómo lo sabe?" "Ah, el Padre lo sabe todo...!"

                  Y así sucesivamente, hasta que llegó el regalo de Bobby, cuyo envoltorio estaba húmedo (el padre de Bobby venía vinos y licores). Y el párroco dijo: "Ya veo que me has traído una botella de whisky y que se te ha derramado un poco..." "Se equivoca", dijo Bobby, "no es whisky". Bueno, entonces será una botella de ron..." "Tampoco". El párroco tenía los dedos mojados y se llevó uno de ellos a la boca, pero no identificó el sabor. "¿Es ginebra...?" "No", respondió Bobby. "Le he traído un cachorro."


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