sábado, 31 de enero de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 261.

            Uno de los pocos hombres que han caminado por la luna cuenta cómo tuvo que reprimir sus instintos artísticos cuando llegó al satélite.

           Recuerda que, cuando se hallaba mirando embelesado a la Tierra, estaba como paralizado por el asombro y diciéndose para sí: "¡Dios mío, qué preciosidad!"

           Pero en seguida, volviéndose en sí, se dijo: "Deja de perder el tiempo y dedícate a recoger piedras."

           Hay dos tipos de educación:
           la que enseña a ganarte la vida
           y la que te enseña a vivir.   
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