lunes, 26 de enero de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 256.

           La familia tomó asiento en el restaurante para cenar. Llegó la camarera, tomó nota de lo que deseaban los adultos y luego se dirigió al muchacho de siete años.

          "¿Qué vas a tomar?", le preguntó.

          El muchacho miró con timidez en torno a la mesa y dijo: "Me gustaría tomar un perrito caliente."

          Antes de que la camarera tuviera tiempo de escribirlo, intervino la madre: "¡Nada de perritos calientes! ¡Tráigale un filete con puré de patatas y zanahorias!"

          La camarera hizo como que no lo había oído. "¿Cómo quieres el perrito caliente: con ketchup o con mostaza?", le preguntó al muchacho.

         "Con Ketchup."

         "Vuelvo en un minuto", dijo la camarera dirigiéndose a la cocina.

          Cuando la camarera se hubo retirado, hubo unos instantes de silencio producido por el asombro. Al fin, el muchacho miró a todos los presentes y exclamó: "¿Qué os parece? ¡Piensa que soy real!

          "¿Cómo están tus hijos?"
           "Están los dos estupendamente, gracias."
          "¿Qué edad tienen?"
           "El médico, tres años; el abogado, cinco."
        

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