La Verdad se expresa mejor en el silencio...
Bodhidharma, considerado como el primer patriarca Zen, fue el hombre que llevó el budismo a la India a China en el siglo VI. Cuando decidió regresar a su patria, reunió en torno a sí a sus discípulos chinos, con el fin de nombrar a quien debía sucederle. Para ello sometió a prueba sus poderes de percepción, haciendo a cada uno de ellos la misma pregunta: "¿Qué es la verdad?"
Respondió Dofuku: "La verdad es lo que está más allá de la afirmación y la negación". Y le dijo Bodhidharma: Tú tienes mi misma piel".
La devota Soji respondió: "La verdad es como la visión que tuvo Anand del país de Buda: una visión que duró un instante y perduró para siempre". Y le dijo Bodhidharma: "Tú tienes mmi misma carne".
Respondió Doiku: "Los cuatro elementos -viento, agua, tierra y fuego- están vacíos. La verdad es nada". Y le dijo Bdhidarma: "Tú tienes mis mismos huesos".
Finalmente, el Maestro miró a Eka, que hizo una profunda reverencia, sonrió y se quedó en silencio. Y le dijo Bodhidharma: "Tú tienes mi misma médula".
Bodhidharma, considerado como el primer patriarca Zen, fue el hombre que llevó el budismo a la India a China en el siglo VI. Cuando decidió regresar a su patria, reunió en torno a sí a sus discípulos chinos, con el fin de nombrar a quien debía sucederle. Para ello sometió a prueba sus poderes de percepción, haciendo a cada uno de ellos la misma pregunta: "¿Qué es la verdad?"
Respondió Dofuku: "La verdad es lo que está más allá de la afirmación y la negación". Y le dijo Bodhidharma: Tú tienes mi misma piel".
La devota Soji respondió: "La verdad es como la visión que tuvo Anand del país de Buda: una visión que duró un instante y perduró para siempre". Y le dijo Bodhidharma: "Tú tienes mmi misma carne".
Respondió Doiku: "Los cuatro elementos -viento, agua, tierra y fuego- están vacíos. La verdad es nada". Y le dijo Bdhidarma: "Tú tienes mis mismos huesos".
Finalmente, el Maestro miró a Eka, que hizo una profunda reverencia, sonrió y se quedó en silencio. Y le dijo Bodhidharma: "Tú tienes mi misma médula".
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