domingo, 1 de junio de 2014

LA ORACIÓN DE LA RANA 123.

                Un hombre bastante piadoso, que estaba pasando apuros económicos, decidió orar de la siguiente manera: "Señor, acuérdate de los años que te he servido como mejor he podido y sin pedirte nada a cambio. Ahora que soy viejo y estoy arruinado, voy a pedirte, por primera vez en mi vida, un favor que estoy seguro que no me vas a negar: haz que me toque la lotería".

           Pasaron días, semanas, meses... ¡y nada! Por fin, casi a punto de desesperarse, gritó una noche: "¿Por qué no me haces caso, Señor?"

          Y entonces oyó la voz de Dios que le replicaba: "¡Hazme caso tú a mí! ¿Por qué no compras un billete de lotería?"
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario