domingo, 9 de marzo de 2014

LA ORACIÓN DE LA RANA 75.

             Un día que soplaba un fortísimo viento, saltó un paracaidista del avión y fue arrastrado a más de cien millas de su objetivo, con la mala suerte de que su paracaídas quedó enredado en un árbol, del que estuvo colgadndo y pidiendo socorro durante horas, sin saber siquiera dónde estaba.

             Al fin pasó alguien por allí y le preguntó: "¿Qué haces subido en ese árbol?"

             El paracaidista le contó lo ocurrido, y luego le preguntó: "¿Puedes decirme dónde estoy?"

             "En un árbol", le respondió el otro.

             "¡Oye, tú debes de ser clérigo...!"

             El otro quedó sorprendido. "Sí, lo soy. ¿Cómo lo has sabido?"

             "Porque lo que dices es verdad, pero no sirve para nada".
      

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