domingo, 9 de marzo de 2014

LA ORACIÓN DE LA RANA 73.

              Un guru prometió a un discípulo que había de revelarle algo mucho más importante que todo cuanto contienen las escrituras.

              Cuando el discípulo, tremendamente impaciente, le pidió que cumpliera su promesa, el guru le dijo: "Sal afuera, bajo la lluvia, y quédate con los brazos y la cabeza alzados hacia el cielo. Eso te propocionará tu primera revelación".

              Al día siguiente, el discípulo acudió a informarle: "Seguí tu consejo y me calé hasta los huesos... Y me sentí como un perfecto imbécil".

              "Bueno", dijo el guru, "para ser el primer día, es toda una revelación, ¿no crees?"
   

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